Juan O’Gorman | Alejandro Cárdenas
Ciudad de México
Si se suscribe por lo segundo, ¿cree usted en una arquitectura característicamente mexicana?
La arquitectura mexicana sólo puede realizarse actualizando la tradición de México y la única y verdadera tradición de México es la prehispánica, que tiene hoy todavía expresión en la arquitectura llamada popular. La arquitectura popular es aquella en la que no intervienen arquitectos o ingenieros en su realización. En esta arquitectura el inconsciente colectivo se manifiesta directamente, y por esto la arquitectura popular resulta la continuación de la arquitectura prehispánica doméstica.
Hoy se hacen, en México, muchas casas campesinas, jacales de muros de adobe y techos de paja o zacate, que son idénticos a los que aparecen en los códices y frescos antiguos anteriores a la Colonia. Por lo tanto, no se trata de creer o de no creer en una arquitectura auténticamente mexicana, se trata de ver con los ojos las manifestaciones de arquitectura popular, lo que en sus proporciones, en su color y, en general, en su forma plástica, son tan mexicanos como la comida tradicional con la que se alimenta el pueblo mexicano.
Ahora bien, de lo que se trata con el realismo es de llegar a hacer conscientemente una arquitectura proyectada en sus diversos géneros y con la aplicación de los medios técnicos más adecuados y más modernos, que responda funcionalmente en su distribución a las diversas necesidades de la vida moderna y que, a la vez sea obra de arte expresiva que actualice la tradición de México y que armonice con el paisaje que la rodea.