ARQUETIPO
Alejandro Cárdenas
Ciudad de México
Existe modernidad en la reinterpretación de nuestras tipologías: en los muros que sostienen la sombra, en las troneras que ventilan y expulsan el calor. Esta exploración de la casa de campo poblana reivindica una arquitectura que entiende su entorno sin recurrir a cristales ni plantas libres. Ensayar sobre la pertenencia, para entender que nuestras tipologías saben integrarse al paisaje sin imponerse, recordándonos que la modernidad también puede estar en lo que siempre fue nuestro.
Esta reflexión nos invita a replantear nuestra relación con lo que consideramos contemporáneo. La modernidad no es un concepto ajeno ni foráneo, sino una reinterpretación auténtica y respetuosa de lo nuestro, que surge del entendimiento profundo de nuestra historia, nuestros materiales y nuestro clima. En este sentido, la arquitectura puede ser una manifestación viva de nuestro patrimonio, que sin perder su vigencia, se adapta a las necesidades del presente sin renunciar a sus raíces.